Imagen tomada de https://theimmagine.eu/rebel-in-the-rye.html |
Existe, ha publicado, suele aparecer de vez en cuando
para dar lecturas o participar en conversatorios junto a colegas, pero casi
todo el tiempo es solo un recuerdo vago (a lo mucho) un nombre que se escapa
entre otros, un rostro que se ha ido difuminando con el tiempo ante otros
autores.
No existe, su actividad en la web es nula, a penas con
redes sociales donde intenta decirles a sus contactos que es un autor, uno que
cada día se va volviendo un espectro, uno que pocos miran y siguen. Y quisiera
cambiar esta realidad, ser leído, saberse vivo entre lectores, pero no quiere
hacerlo, se niega a convertirse en una “marca” rondando entre los demás.
Lo que ignora el autor es que la dinámica cambió, que
los autores desde la web lograron posicionarse, que estos “autores-marca” son
los que más actividades relacionadas al ámbito de la literatura tienen:
lecturas, participación en encuentros literarios, congresos, ferias de libros, talleres…una
agenda en la que su rol como autor es relevante.
Pero ¿quién le explica al autor que esta visibilización
no es esporádica, que es un trabajo que demanda una planificación
comunicacional? ¿cómo se le hace conocer al autor que no basta tener redes
sociales sino se posee contenidos que difundir? ¿quién le dice al autor que
publicar no es el fin, sino el inicio de un proceso más amplio y continuo?
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