Fotograma del film "El autor". Tomada de https://www.elseptimoarte.net |
Una de las confusiones
más reiterativas en el ámbito de la edición (y que no necesariamente se dan
dentro del círculo, sino más bien externamente) recae en la figura del autor,
el editor y también esa fusión autor-editor. Tres figuras disímiles entre sí,
que cumplen distintos roles.
Partamos diciendo
que el autor es aquella persona responsable de la escritura (idea, criterio,
posición) de un texto. Una figura a la que institutos como el IEPI reconocen
como creador.
Por su parte
el editor es aquel profesional encargado de trabajar con textos que proporciona
un autor (o autores, al tratarse de obras colectivas). Dando recomendaciones de
mejoría en cuanto a los elementos inherentes a la obra, sea esta académica o
literaria.
Ahora bien, existe
también la figura del autor-editor, aquel doble agente que escribe y se edita,
el que respalda cada una de sus publicaciones, las avala, y es el responsable
de cuanto se publica.
Esta práctica
(la del autor-editor) no es la más recomendable de realizar, pero se da
reiterativamente, sea por la ausencia de un editor y sello editorial que acoja
la publicación y guíe adecuadamente al autor, o, contrariamente porque el autor
no desea ajustar a las políticas editoriales que un sello ofrece.
En todo
caso, las obras de autor-editor no suelen llegar muy lejos (con poquísimas
excepciones) porque siempre se necesitará la mirada externa de un editor y del
proceso editorial por el que debe pasar todo texto previa publicación y
difusión.
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